Los días de colegio...

La rutina del colegio ya comienza, pero no me importa. El ir a clase y ver que sirvo de algo, realmente, merece la pena.
Todo comienza en el autobús, donde vamos todos como piojos en costura, la gente se sube y se baja en marcha...todo un espectáculo. Cuando no dice el "revisor" venga domingas, morenitas, bonitas...caminen hacia atrás (para hacer hueco), no sé, son palabras que me hacen mucha gracias, aquí todo el mundo está feliz (aunque en el fondo a lo mejor no lo sean tanto).
Las clases de educación física, son...cómo decirlo??? Un poco distintas, pero poco a poco, voy modificándolas. No se puede hacer todo lo que una tiene en mente, pero cuando los niños te dicen al finalizar la clase: "profe, muchas gracias por la clase de educación física", te llena de una satisfacción que nadie se puede imaginar.
En lo que respecta a las clases con mi grupo de primaria...bueno, poco a poco vamos mejorando, porque muchos ya esciben su nombre, aprenden los números, etc. pero con lo que me quedo de todo, es con los besos que me dan al llegar y al irse a casa. No sé, me siento muy agusto con todos ellos.
Mañana más y mejor.