2º día de colegio

Hoy por fin he podido tener un contacto más directo con el colegio. Los principios, como todo son difíciles, porque hoy tenía que hablar con la directora del colegio, para que me asignara un grupo definitivamente, pero hoy era de esos días que no iba...(son aleatorios...).

Después de media hora esperando, me han puesto en contacto con la sub-directora, pero que estaba reunida, así que otro rato más a esperar...

Después de todo, pasados unos 45 minutos, nos sentamos ella y yo y miramos los horarios de los grupos de 1º, 2º y 3º de primaria, que son los que me gustaría tener. El resultado es, que como en este país hace tantíiiiiiiiiiiiisimo calor, todo el cole hace educación a primera hora, es decir, de 7 a 8, así que aquí viene el primer gran problema, porque yo no puedo hacer con todos los grupos educación física a la vez, ni siquiera sólo con los de 1º, porque entre los 3 grupos, suman 120 chavales (aquí el ratio es de 45 alumnos por maestra aproximadamente, ya os podéis imaginar...).

Después de organizarnos como buenamente podemos, decidimos que a parte de dar educación física, sea apoyo en una clase de 1º, porque la profesora es un poco gritona y no quiere mucho a los niños, de hecho, ha tenido problemas con los padres, así que allí que me voy...

La experiencia en la clase ha sido buena en lo que respecta a los alumnos, porque todos te quieren tocar, estar contigo, te preguntan cosas, etc. lo malo es que al ser tantos, el control que se tiene de ellos, y el caso que les puedes hacer es...por decirlo finamente...bastante escaso, en fin.

Ahora bien, empezamos con lo que es la clase en sí. Lo primero que se hace es limpiar, porque aquello está lleno de tierra, y por tanto lleno de polvo. Después 2 horas de lengua, donde estamos trabajando las vocales y la 1ª consonate, la m. Se hace a la antigua usanza, la "m con la a ma", pero bueno, mañana empezaremos a formar palabras.

LLega el recreo, y por tanto el desmadre, jajaj...Empezamos jugando al ratón y al gato unos 10, pero de repente, todos quieren jugar con la "chela" (la española) y se forma un grupo de 50 críos de varias edades...eso es incontrolable.

Les digo que me voy un momento y que sigan jugando ellos solos, pero cuál es mi sorpresa que todos vienen detrás mía en estampida...me agarran de la camiseta, los pantalones, etc. es como si dijerámos, que tienen necesidad de tocarte, de que estés cerca de ellos, porque así se sienten importantes.

No sé, la sensación es muy gratificante, aunque a veces agobia porque quieres darles tanto que no se puede.

Acaba el recreo (lo llaman receso aquí) y comienzan las matemáticas...estamos con los números del 1 al 10, porque lo de sumar...¡ni de broma!!!!!

LLegan las 11.30, y cada mochuelo a su olivo. LLegan los papás y se llevan a los críos. Fin de la jornada.

Nosotras decidimos ir a la playa, a ver si cogemos un poco de color, porque al lado de los niños...somos casi albinas, jajaja. La foto que hay al lado es la playa a la que vamos, con un atardecer de los más bonitos que yo haya visto jamás!!!

Por la noche nos vamos a cenar a un bar, y pedimos hamburguesa, aunque, cuál es nuestra sorpresa, que al verla, la carne no es de hamburguesa como todos el mundo se puede imaginar, no no, sino un filete de ternera de los de toda la vida, de esos que se te hacen bola en la boca...

Bueno, una experencia más.

Ahora ya en casa y a la cama, que mañana a las 5:30 nos levantamos para tomar la camioneta/ bus que nos lleva al cole, porque el trayecto nos cuestra aproximadamente 40 minutos.

Mañana será otro día, que igualmente habrá que aprovechar.